Por qué tener la vida “resuelta” antes de los 40 no es tan buena idea como parece

Por qué tener la vida “resuelta” antes de los 40 no es tan buena idea como parece

Sentir que “ya lo tienes todo hecho” antes de los 40 puede parecer el sueño. Pero puede ser justo lo contrario: el inicio de una vida emocional en pausa.

Vivimos en una cultura obsesionada con la estabilidad. Nos empujan a tenerlo todo claro cuanto antes: casa, pareja, hijos, carrera profesional. Como si la vida fuera un videojuego con niveles que se van tachando.

Pero la realidad es que somos animales diseñados para el reto. Para explorar, movernos, aprender, equivocarnos. Y cuando no hay nada que conquistar, la mente busca conflictos donde no los hay, o se adormece.

El error común:


Confundir estabilidad con plenitud.
Una agenda llena no es una vida llena.

Muchas personas llegan a consulta diciendo: “No me pasa nada… pero siento que algo falta”.
Ese “algo” es el instinto.
Es la parte de ti que quiere crecer, no solo conservar lo que ya tiene.

¿Qué pasa cuando apagas ese instinto?

  • Aumenta la ansiedad sin causa aparente.

  • Te vuelves más irritable, menos creativa.

  • Pierdes curiosidad.

  • Empiezas a vivir en bucle.

La solución:


Recuperar el sentido de reto.
Y no hablo de escalar el Everest ni dejarlo todo para irte a Bali.

Hablo de desafíos internos:


🔹 Empezar terapia.
🔹 Volver a estudiar algo.
🔹 Cambiar una conversación pendiente.
🔹 Atreverte a pensar diferente.

Desde la Psicología Positiva trabajamos con un enfoque basado en fortalezas, propósito y bienestar sostenible. No para que te acomodes más… sino para que te expandas más.

Ejemplo real:


Hace poco, una mujer de 39 años vino a consulta con todo “bien”. Su único problema era que ya no sentía nada.
En pocas sesiones, entendió que su cuerpo no estaba deprimido: estaba hibernando. Y que su mente pedía volver a tener un reto que le encendiera por dentro.

¿Resultado? No dejó su trabajo ni su pareja.


Pero empezó a escribir.
A aprender de nuevo.
A moverse.
Y a respirar distinto.

Conclusión:


No viniste a esta vida para sobrevivir sin sobresaltos.
Viniste a crecer, amar, cagarla, aprender y volver a empezar.

Y eso… no termina a los 40. Ni debería.

Si te resuena este mensaje, quizá no estás tan “resuelta” como pensabas.
Y eso no es una mala noticia.

Es el principio de algo mucho más vivo.

👉 Reserva tu primera sesión conmigo por 25€ y empieza a moverte por dentro: www.fatimaizquierdo.com.