Quizá lo has vivido tú también: estás en Roma, París o Copenhague y, de pronto, escuchas a unos españoles gritando cerca. Sin pensarlo, giras, te alejas... y finges que no eres de aquí. Finges que no los entiendes. Finges que eres “otra”.
Este fenómeno tiene nombre no oficial: el síndrome del turista español encubierto. Un comportamiento en el que muchas mujeres se ven reflejadas cuando viajan. Y, aunque parece inofensivo o incluso divertido, habla de algo más profundo: tu identidad.
La incomodidad no viene solo del volumen o de los estereotipos. Viene de ver reflejada una parte de ti que prefieres ignorar. Esa versión ruidosa, invasiva o poco empática con la que no te identificas. Y por eso te alejas.
Según la psicología social, esto tiene un nombre: autocategorización diferencial. Es un mecanismo mediante el cual te distancias simbólicamente de aquello que no quieres representar, incluso si pertenece a tu mismo grupo cultural o nacional.
En realidad, no huyes del otro. Huyes de una versión de ti que rechazas. Y eso, en el fondo, agota.
Detrás de esa estrategia hay una narrativa más amplia. Muchas mujeres, al igual que en el turismo, también “fingen” en su día a día. Finges estar bien. Finges ser fuerte. Finges que no necesitas ayuda.
Pero el problema de fingir es que te aleja de ti. Y cuando llevas mucho tiempo sosteniendo ese papel, el cuerpo y la mente pasan factura: ansiedad, insomnio, falta de motivación, tristeza que no sabes de dónde viene.
La Psicología Positiva no trata de tapar eso con frases bonitas. Lo que propone es un camino para reconectar contigo misma desde un lugar más sano, realista y valiente. Un proceso que no necesita disfraces, ni al viajar ni al vivir.
¿Te gustaría dejar de fingir y empezar a cuidarte de verdad?
Reserva una sesión de orientación por 25 € conmigo y empecemos juntas:
fatimaizquierdo.com