¿Cómo funciona?

Por una contribución de 148 dólares, los patrocinadores pueden "comprar" un kilómetro cuadrado de océano, garantizando su protección durante 20 años. La idea es recaudar 18 millones de dólares para salvaguardar el océano que rodea a Niue.

Este sistema de venta simbólica del océano podría parecer una paradoja, pero es en realidad una alquimia de salud mental. Vender para proteger crea un sentido de compromiso y pertenencia que, irónicamente, hace más para conservar el océano que cualquier estrategia de prevención del desastre.

El concepto de venta en sí mismo, se vuelve un acto positivo, ofreciendo a las personas la oportunidad de invertir en su bienestar emocional y en el del planeta. Se convierte en un ejemplo brillante de psicología positiva en acción, mostrando cómo la creatividad y el pensamiento lateral pueden generar soluciones significativas a problemas complicados.

Niue ha decidido dar el primer paso al comprar 1,700 unidades, una para cada uno de sus ciudadanos, fusionando así el cuidado comunitario con la sostenibilidad ambiental.

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