Un carrusel de pensamientos nos gobierna a menudo, como marionetas a las que alguien ha dado cuerda. Pero en esa tumultuosa feria de la mente, se encuentra el mindfulness, una especie de carrusel sereno que nos invita a montar para vivir el presente.
Desde la psicología positiva, se nos incita a abordar este carrusel de atención plena para alcanzar una versión más optimista y saludable de nosotros mismos.
Al vincular mindfulness y psicología positiva, uno se da cuenta de que la atención plena no es solo un ejercicio de meditación, sino un estado mental que fomenta la autocomprensión y la felicidad. Esta simbiosis puede aumentar nuestra resiliencia, mejorar nuestra toma de decisiones y, en última instancia, llevarnos a un camino de éxito más definido.
Mindfulness y el diseño de espacios interiores
Ahora, pensemos en un espacio de diseño interior que facilite la práctica del mindfulness. Colores calmantes, iluminación suave y objetos que fomenten la contemplación, pueden actuar como recordatorios visuales para retornar al presente, para hacer una pausa y respirar.
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