Birdmind, una empresa gallega, ha lanzado RiceTab: un tablero hecho con cascarilla de arroz, ese subproducto agrícola que normalmente acaba en la basura. Ignífugo, hidrófugo, resistente y con un acabado parecido al roble, este material no solo es sostenible, sino simbólicamente poderoso.
Porque, ¿cuántas veces sentimos que partes de nuestra vida son como esa cáscara? Trozos que ya no sabemos dónde colocar. Momentos pasados que pesan. Emociones que no se digieren, pero que siguen ahí.
Y sin embargo… justo ahí puede estar el punto de partida para construir algo mejor.
Muchas personas —sobre todo mujeres profesionales como tú— arrastran esa sensación de “tengo salud, trabajo y familia… pero no estoy bien”. Y la respuesta más común suele ser la evasión: ignorar lo que molesta, ponerle un parche, seguir.
Se busca el “estar bien” rápido. Apps. Frases motivacionales. Tips de Instagram. Todo con un ruido tremendo, pero sin una transformación real. ¿El resultado? Más desconexión. Más culpa. Más agotamiento emocional.
El verdadero problema es este: tratamos nuestro mundo interior como si fuera una casa en la que solo se cambia la decoración. Y a veces, lo que necesitas es tirar un tabique, reorganizar el espacio… o directamente, usar otros materiales.
La Psicología Positiva y la Neuroarquitectura nos ofrecen una alternativa: no eliminar lo que fuimos, sino aprovecharlo para diseñar lo que sí queremos ser.
Igual que RiceTab utiliza un material olvidado para crear muebles sostenibles, tú puedes usar tu historia personal —dolores, patrones, decisiones— para construir una vida más alineada con lo que necesitas hoy.
¿Y cómo se hace eso?
Este proceso no es rápido. Tampoco es perfecto. Pero es sostenible. Y, sobre todo, real. Igual que ese tablero de cascarilla de arroz que ya se fabrica en Galicia y se distribuye en Europa.
Una clienta me dijo una vez: “Pensé que venía a vaciarme, pero salí con una estructura nueva dentro”. Había pasado por varias terapias que solo la hacían hablar de lo que ya sabía. Aquí, en cambio, entendió cómo usar sus emociones para rediseñar su día a día.
Reconstruir no es maquillar. Es hacer de tu experiencia una materia prima valiosa. Y eso se puede aprender.
Si estás leyendo esto, seguramente hay algo dentro de ti que pide cambio. No un cambio drástico, sino uno que se sienta más tuyo. Uno que puedas sostener sin agotarte más.
Y si la cascarilla de arroz puede transformarse en algo tan útil y bello, tú también puedes hacer algo valioso con lo que llevas dentro.
No te hace falta ser otra persona. Solo necesitas una forma diferente de mirar lo que ya eres.
¿Quieres empezar ese cambio sin promesas vacías? Reserva ahora tu primera sesión de orientación por solo 25 € y ve si este enfoque es para ti. Haz clic aquí para reservar.