¿Puede una aula mejorar la concentración, reducir el estrés y fomentar la creatividad? La ciencia dice que sí, y la respuesta tiene nombre: neuroarquitectura.
Cada vez más investigaciones en neurociencia aplicada al diseño muestran que el entorno físico tiene un impacto directo en nuestra salud emocional, cognitiva y conductual. En el ámbito educativo, esto cobra una relevancia crucial.
Imagina por un momento dos escenarios:
Un aula gris, sin luz natural, con ruido constante y mobiliario rígido.
Un espacio luminoso, con materiales agradables al tacto, rincones flexibles y un diseño que favorece la calma y la interacción.
¿En cuál de ellos crees que un niño aprendería mejor?
El aula como herramienta pedagógica
El tradicional modelo educativo basado en pupitres alineados, pizarras fijas y techos fluorescentes está en crisis. No porque no haya funcionado, sino porque hoy sabemos que puede hacerse mucho mejor.
La neuroarquitectura propone diseñar aulas que estén alineadas con el funcionamiento del cerebro humano. Espacios que no solo enseñen, sino que cuiden. Que regulen emocionalmente. Que inspiren.
Esta es precisamente la propuesta del I Encuentro GLÍA sobre Espacios para el Aprendizaje, que se celebrará el próximo 24 de mayo en Cuenca. Una jornada pionera donde expertos en neurociencia, arquitectura y educación se reunirán para repensar, juntos, el aula del futuro.
¿Qué aporta la neuroarquitectura a la educación?
Mejora de la atención: Ambientes sensorialmente equilibrados —con buena acústica, luz natural y temperatura adecuada— favorecen la concentración del alumnado.
Reducción del estrés: Entornos sobreestimulantes o mal diseñados elevan los niveles de cortisol. Un diseño más humano ayuda a regular el sistema nervioso.
Fomento de la creatividad y la participación: Espacios flexibles, con mobiliario adaptable y zonas de movimiento, potencian distintos estilos de aprendizaje.
Bienestar emocional: Un entorno cuidado transmite que la escuela es un lugar seguro, acogedor y estimulante, favoreciendo el vínculo con el aprendizaje.
Ponentes de referencia
En este encuentro participarán figuras destacadas como:
Ana Mombiedro, arquitecta y neuropsicóloga, que presentará las claves de la neuroarquitectura aplicada al aula.
Margarida Castellano, con una ponencia sobre lectura y bienestar corporal.
Pablo Amor, quien mostrará el rediseño del patio escolar de Ses Marjades (Mallorca).
Desirée Sánchez, que abordará la creación de atmósferas educativas.
Además, habrá talleres colaborativos y espacios de reflexión compartida entre profesionales de diferentes disciplinas.
Un futuro más humano para la educación
El I Encuentro GLÍA no es solo un evento. Es un paso firme hacia una escuela más consciente. Donde los espacios no se diseñan por costumbre, sino por convicción. Donde el entorno deja de ser un decorado y se convierte en un agente activo del aprendizaje.
Si trabajas en educación, diseño o arquitectura, esta cita es una oportunidad única para ampliar tu mirada y construir escuelas más humanas, inclusivas y eficaces.
👉 Puedes reservar tu plaza en: www.encuentrosglia.com