No todas las personas que están en tu vida se quedan para construir. Algunas solo pasan, hacen ruido y se van. Como si tu bienestar fuera un alojamiento temporal. A estas relaciones las llamamos “turistas emocionales”. Y aprender a detectarlas puede ser el primer paso hacia una vida más habitable por dentro.
Muchas mujeres aguantan relaciones, conversaciones y dinámicas que las desgastan. Por miedo a quedarse solas. Por no incomodar. O simplemente porque se han acostumbrado al ruido.
El resultado: cansancio mental, falta de motivación, ansiedad sutil. Una sensación de “no estar del todo mal”, pero tampoco estar bien.
Y lo peor es que cuesta identificarlo, porque estas personas no siempre hacen daño con intención. Simplemente, no se quedan. No cuidan. No pertenecen.
Desde la Psicología Positiva, proponemos una mirada activa, no pasiva. No se trata solo de “aguantar menos”, sino de elegir mejor. Aquí tienes tres pasos clave:
La clave está en aprender a distinguir entre relaciones que alquilan tu atención… y las que pagan con presencia, cuidado y reciprocidad.
En Madrid, una familia fue la única residente fija entre 60 pisos turísticos. Durante años soportaron ruido, fiestas y estrés. Acaban de ganar una sentencia que cierra esos pisos para siempre, porque su salud mental importaba más que cualquier negocio.
Tú también puedes hacer ese juicio interno:
Si intuyes que has llenado tu vida de visitantes sin equipaje emocional, es hora de actuar. No estás sola.
En consulta, trabajamos juntas para recuperar ese espacio, reconstruir tus llaves emocionales y crear un entorno donde tú seas la propietaria de tu calma.
Agenda hoy tu sesión de orientación por 25€ y empecemos a trabajar juntas: